jueves, 17 de octubre de 2019

VERLAINE & RIMBAUD: EL PROFUNDO Y LOCO AMOR ENTRE DOS POETAS QUE INICIÓ UNA TURBULENTA TEMPORADA EN EL INFIERNO

"Antaño, si recuerdo bien, mi vida era un festín en el que se abrían todos los corazones, en el que todos los vinos hacían torrentes.

[…] Logré diluir en mi espíritu toda esperanza humana. Sobretodo júbilo, para estrangularlo, hice el salto cauteloso de la bestia feroz".

El romance entre dos grandes escritores, Arthur Rimbaud y Paul Verlaine, es la historia amorosa que culminó en desequilibrio y hecatombe: un irracional ataque, la cárcel, más libros y nuevos horizontes literarios. 'Una temporada en el infierno', es una obra en prosa que llevó primero el título de libro pagano. Fue escrito cuando Rimbaud apenas tenía diecinueve años y luego de terminar con su compañero sentimental, que lo hirió de un disparo. Ahí intenta expresar su experiencia y fracaso como hombre y poeta a través de torturados poemas, que tiempo después revolucionarían la poesía. Existió un amor hondo entre ambos artistas pertenecientes a la realeza prosaica, y lo que empezó con una intensa admiración, encauzó en excesos de sentimientos vesánicos y desenfrenados.
         Paul Marie Verlaine nació en Metz, una ciudad en el noroeste de Francia, actual capital de Mosela, en 1844 y murió en París en 1896. Fue un poeta lírico, correspondiente al movimiento simbolista. La familia provenía de la pequeña burguesía. Su padre -como el de Arthur Rimbaud-, era capitán del ejército. Hizo sus estudios en París. Frecuentó los cafés y salones literarios parisinos.

         Su influencia fue grandiosa entre sus coetáneos y no hizo más que crecer tras su muerte, tanto en Francia como en el resto del mundo. En castellano, el modernismo no puede entenderse sin la figura de Verlaine. La poética de varios distinguidos del ámbito hispánico como Rubén Darío, Manuel Machado, José Martí o Pablo Neruda son consecuencia directa o indirecta de la suya.
         Por otra parte, Jean Nicolas Arthur Rimbaud nació en Charleville en 1854. También fue un poeta francés. Abandonó la literatura a los diecinueve años para emprender un viaje que lo llevaría por Europa y África. Finalmente, en 1891, murió en Marsella (Francia) a la edad de treinta y siete años.

A su modo de ver, el poeta debía hacerse vidente por medio de un largo e inmenso desarreglo de todos los sentidos. Destaca como un alumno brillante y superdotado; obteniendo premios en literatura, lenguas y otras asignaturas además de vislumbrar notoriamente su devoción religiosa. Compone en latín fluido poemas, elegías y diálogos. Su orientación poética en algún período es la de los parnasianos (un movimiento literario francés posromántico de la segunda mitad del siglo XIX -contrario al carácter ensoñador e imaginativo, alérgico a la vulgaridad burguesa y el adocenamiento- que surgió como reacción antitética del Romanticismo de Victor Hugo, el subjetivismo y el Realismo Literario del que más tarde es distante). En vida, sus méritos no fueron reconocidos, pero con posterioridad se abrieron paso entre las nuevas generaciones.

DE LA ADMIRACIÓN MUTUA AL AMOR COMO PUENTE


       En 1870, Paul Verlaine se casó con Mathilde Mauté, a quien escribió 'La buena canción'. Al mes siguiente, la joven pareja empezó a vivir con los padres de ella, fue entonces cuando Arthur Rimbaud aparece en su vida y la cambia completamente. Se muda con ellos por invitación de Verlaine, que era un respetado poeta que iba en ascenso, el cual había descubierto el genio precoz del adolescente. Rimbaud fue convencido por su amigo Charles Bretagne de escribirle una carta a Paul Verlaine, un eminente poeta simbolista, tras no haber obtenido respuesta de otros autores.​ El joven envió a Verlaine dos cartas con varios de sus poemas, que incluían 'Las primeras comuniones' y 'El barco ebrio' que era increíble. Verlaine quedó intrigado por el talento de Rimbaud y, le respondió diciendo: «Ven, querida gran alma. Te esperamos, te queremos». Junto a la epístola mandó un boleto de tren a París.
        El poeta llegó cerca del 15 de septiembre de 1871 siguiendo la invitación de Verlaine y pasó a vivir con él y su esposa ​Mathilde, quien tenía diecisiete años y estaba embarazada. Desde entonces Rimbaud no regresó al colegio. En recopilaciones posteriores, Verlaine se refirió a él como «un joven con cabeza de niño, cuerpo adolescente aún en crecimiento y cuya voz tenía altos y bajos, cual si fuera a quebrarse». Para marzo de 1872 las provocaciones de Rimbaud, que cuenta ya con diecisiete años, comienzan a causarle problemas. El joven poeta llevaba una salvaje vida disoluta de vagabundo, embriagado de ajenjo y hachís. Escandaliza así a la élite literaria parisina, indignada en particular por su comportamiento, auténtico arquetipo del enfant terrible. A lo largo de este lapso continuó escribiendo sus contundentes y visionarios versos modernos. Sin embargo, el incidente con Étienne Carjat, un eminente fotógrafo de la época, fue la gota que colmó el vaso: Rimbaud, en completo estado de embriaguez, hirió al fotógrafo con una vara metálica. Para salvar a su amigo y tranquilizar a la comunidad, Verlaine envió a Rimbaud de regreso a Charleville.

      Rimbaud espera varios meses en su hogar y luego regresa a París. En aquel instante, inicia con Verlaine una frenética y tormentosa relación amorosa que los condujo a Londres en septiembre de 1872, abandonando así a su esposa e hijo pequeño (a quienes solía maltratar en extremo durante los ataques de ira causados por el alcohol). Durante este viaje, escribe una gran parte de la colección 'Romanzas sin palabras'. Vivieron en una considerable pobreza en Bloomsbury y en Camden Town, donde sobrevivieron de dar clases de francés y de una pequeña mensualidad que les daba la madre de Verlaine. Rimbaud pasaba los días en el Museo Británico, porque «la calefacción, la iluminación, las plumas y la tinta eran gratis».
         En julio de 1873, viaja con Rimbaud a Bruselas (Bélgica) huyendo de los prejuicios y el escándalo. El 10 de julio de ese año, Verlaine dispara dos veces sobre su joven amigo, que resulta herido en una muñeca.​ Un día, después de cambiar de opinión, le pidió a Rimbaud que se alejara de él, pero éste hizo caso omiso y lo persiguió para embriagarse juntos. Enloquecidos, se drogaron e intensificaron sus comportamientos destructivos, y se desató la pelea que llevó a Verlaine a dispararle a su amado hiriéndolo y diciéndole: "¡Te enseñaré a irte!". Al revisar su herida, Rimbaud no pensó que fuera grave, así que dejó que Verlaine y la madre de él lo llevaran a vendar y luego a la estación de trenes para regresar a Charleville. Verlaine le rogaba que no se marchara, pero Rimbaud se mostró inflexible. Comenzó entonces a comportarse de manera incontrolable nuevamente y Rimbaud, temiendo por su vida, llamó a la policía.

Verlaine fue arrestado y sometido a un humillante examen médico legal luego de que se considerara y validara la comprometedora correspondencia y las acusaciones de la esposa de Verlaine respecto de la naturaleza de la amistad entre los dos hombres. El juez fue inmisericorde y, a pesar de que Rimbaud retiró la denuncia, fue condenado por el juez Théodore t'Serstevens a dos años de prisión que cumple primero en Bruselas y posteriormente en el nuevo penal de Mons. Durante su estancia en la prisión (octubre de 1873 a enero de 1875) éste elabora la base de un libro que no verá nunca la luz ('Carcelariamente'). Su esposa obtiene la separación, tras un proceso iniciado en 1871. En prisión se convirtió al catolicismo, en la madrugada, escribió de una 'mística noche'. De esta conversión data probablemente el abandono de 'Carcelariamente' y la idea de recopilar 'Sabiduría'.
      Al salir de prisión, vuelve nuevamente a Inglaterra y después a Rethel, donde ejerce como profesor. En 1883, publica en la revista 'Lutèce' la primera serie de los 'poetas malditos' (Stéphane Mallarmé, Tristan Corbière, Arthur Rimbaud), una oda a 6 personas (uno de ellos él mismo, pero con otro nombre) incluido Rimbaud, a quien venera entre líneas. Junto con Mallarmé, es tratado como maestro y precursor por los poetas simbolistas y decadentistas. En 1884, publica 'Antaño y hogaño', que marca su vuelta a la vanguardia literaria, aunque el libro estuviera compuesto fundamentalmente por poemas anteriores a 1874. Y que junto con 'Paralelamente' (1888) forman parte de una gran antología.

Constantemente Verlaine se debatió entre dos mundos opuestos: lo que sentía por Rimbaud -y sus vicios y aficiones-, o la familia y tranquilidad con su joven esposa Mathilde Mauté de Fleurville. Como era de esperarse, el amor entre dos hombres era mal juzgado en esa época, sobretodo dentro de la élite parisina literaria a la que pertenecían, pero hacían caso omiso. Vivieron hundidos en sus vastas pasiones que viajaban en un carrusel de emociones, precisamente lo que los inspiró a escribir sus poemas definitivos. Para ellos fue una fase oscura de amor enfermizo que se convirtió en el simbolismo que los caracteriza, con sus versos contundentes y avanzados.
Rimbaud se retiró del universo literario al que estaba conquistando y regresó a Charleville y se recluyó en la granja familiar para escribir la única obra que publicó él mismo: 'Una temporada en el infierno', reconocida como una de las creaciones líricas pioneras del simbolismo moderno, y donde incluye una descripción de aquella 'menuda pareja', su vida con Verlaine -su 'virgen demente', y el 'esposo infernal'-. En 1874 regresó a Londres en compañía del poeta Germain Nouveau y escribió el fin de sus controvertidas 'Iluminaciones', que incluyen los dos primeros poemas en verso libre.

Rimbaud y Verlaine se encontraron por última vez en 1875, en Alemania, después de que éste recuperó la libertad y durante su momentánea conversión al catolicismo. Del encuentro, Rimbaud contó en una carta que conversando por unas cuantas horas «ya habíamos renegado de su Dios» y que Verlaine se quedó dos días y medio antes de regresar a París. Previamente a su marcha, Rimbaud le encargó a Verlaine sus manuscritos de 'Las Iluminaciones', pero para entonces Rimbaud ya había abandonado la escritura.
A partir de 1887, a medida que la fama de Verlaine crece, cae en la más negra de las miserias. Sus producciones literarias de esos años son puramente alimentarias. Entonces pasa el tiempo entre el café y el hospital. En sus últimos años fue elegido «Príncipe de los Poetas» (en 1894) y se le otorga una pensión. Prematuramente envejecido, muere en 1896, a los 51 años. Al día siguiente de su entierro, varios paseantes cuentan un hecho curioso: la estatua de la Poesía, ubicada en la plaza de la Ópera, perdió un brazo que se rompió junto con la lira que sujetaba, cuando su coche fúnebre pasaba por allí.

Indudablemente ese vínculo entre estos relevantes artistas líricos fue una relación turbulenta que les permitía, a partir de la destrucción como coyuntura, construir insuperables poemas. Se admiraban de forma recíproca y eran sus propios motores de creación, donde la locura, los celos y los sentimientos, inundan fehacientemente la obra de cada uno.