No
es un gran secreto: hay una diferencia primordial y tajante entre hacer el amor
y tener sólo sexo. Las relaciones sexuales no implican siempre un idéntico motivo,
ni persiguen igual fin. Por ello, es importante tener claro lo que se hace. El
amor trae consigo el inevitable deseo de tener un íntimo contacto físico con quien
lo inspira. No obstante, las relaciones sexuales no todas las veces son la equivalencia
de que alguien esté enamorado.
Aunque muchos tienden a confundirlos o concebirlos como
iguales, no es lo mismo. Una delgada, pero muy importante línea, separa ambos
conceptos. El amor es más exclusivo, el sexo puede llevarse a cabo incluso con varias personas.
El placer físico es un ingrediente básico del amor, pero
para alcanzar el coito no es necesario tener una flecha en el corazón. Hacer el amor es disfrutar, pero la principal motivación es conectar en un nivel emocional con la pareja; también significa deleitarse explorando el cuerpo, la mente y el interior de quien se ama, no sólo porque se intenta llegar al clímax, sino porque se está compartiendo una conexión realmente íntima. Por otro lado, en el
sexo, la primera finalidad es llegar al orgasmo. En consecuencia, siempre que se hace el amor se tiene sexo, aunque no siempre
que se practica sexo se está haciendo el amor.
Entonces, una palabra elemental hace la diferencia:
sentimientos. Porque hacer el amor conlleva tener relaciones sexuales con sentimiento.
Esto quiere decir que se involucran las emociones de quienes lo consuman. Para
tener sexo, en cambio, sólo se requiere satisfacer el deseo físico.
Es
así como, tras un encuentro, muchos optan porque el amor sea aquéllo que siga
uniendo sus corazones. Mientras, otros se dicen adiós y dejan de existir hasta
una próxima oportunidad.
Cuando se hace el amor, lo que se busca, es el contacto emocional y
compartirlo todo. Se entra en un terreno propio del romanticismo. No ocurre lo
mismo cuando se tiene sexo, pues en este último, como acto netamente físico que
es, se tiene el coito como único objetivo.
ELEMENTOS DIFERENCIALES IMPORTANTES
Existen
puntos clave que dan pauta para diferenciar cuando las relaciones sexuales
tienen como base el sentimiento, y cuando son sólo el caso de darle placer al
cuerpo.
1.
El lenguaje: Cuando se ama hay más sensualidad, se apuesta más al juego previo
y a las caricias. La delicadeza de las palabras juega un rol importante antes
de alcanzar la penetración. En cambio, el sexo va más al grano y sólo la
excitación y el orgasmo acaparan el cuerpo y los pensamientos.
2.
La gratificación: Cuando se hace el amor, se piensa mucho en alcanzar el placer
mutuo y en cómo satisfacer a la pareja. El sexo es más egoísta y lo que busca
primeramente, es la autogratificación. El orgasmo da la felicidad, sin importar
qué tan complacida se sienta la otra persona.
3.
El tiempo: Cuando se hace el amor se invierte espacio en seducir, para el sexo
cualquier momento o circunstancia son buenos. Tras el acto, se comparte con el
otro cuando se hace el amor, mientras que cuando sólo se trata de sexo todo se
acaba con el orgasmo.
4.
Las expectativas: Las parejas que hacen el amor, comparten sueños de vida y
metas a alcanzar. Aspiran a continuar sus caminos juntos y pueden intercambiar
confidencias en la cama. En cambio, quienes se centran en el sexo no tienen más
compromiso que desvestirse y volverse a vestir.
La
relevancia de diferenciar las dos acciones, es porque todo depende de lo que se busque. Es trascendente diferenciar ambas posturas en una relación, porque evita que la
confusión termine haciendo daño a alguno de los implicados. De cualquier modo,
debe tenerse en cuenta lo siguiente:
En
ocasiones una de las personas apuesta por los sentimientos, mientras la otra sólo
está buscando satisfacer el cuerpo.
Entre
tener sexo y hacer el amor, no hay uno que sea mejor o peor que el otro,
siempre y cuando las dos personas estén de acuerdo en lo que se busca.
Cada
persona necesita tener conocimiento de lo que está haciendo, porque la
intimidad forma parte de la vida.
Si se
quiere o no compromiso a la hora de un encuentro íntimo, debe ser una decisión
consciente que merece respeto.
Si
no se conoce cuál es el límite del acto, alguien podría enamorarse
desconociendo que no hay nada más allá del orgasmo y para cuidar las emociones,
es importante saber cuál es la diferencia entre hacer el amor y tener sexo.
El
sexo es un estado de inconsciencia...
El
sexo es una cuestión de física y química.
Hoy
está, mañana no se sabe.
El
sexo es un deseo que se satisface en una noche.
Es
la causa por la cual el hombre se pierde a sí mismo.
El
sexo drena la energía del ser humano, no es constructivo.
Cuando sólo
hay sexo después viene la separación, porque luego de terminar el acto sexual
cada uno se separa.
Tampoco
hay gratitud en el espíritu, es meramente mecánico.
El
amor es un estado de consciencia...
En
el amor hay un intercambio. Yo doy y tu recibes.
Amar
es estudiar a la persona que tenemos al lado, con la mente, el corazón, el
cuerpo.
Amar
es olvidarse de las ofensas, es tocar la piel para conocer el alma del amado.
Es
disfrutar de la compañía del otro, sin expectativas.
Es
agradecer luego de hacer el amor.
Es
la aceptación de lo que la persona fue, es y será.