miércoles, 10 de julio de 2019

KARMA: LA RETRIBUCIÓN Y EL REFLEJO INEQUÍVOCO DE LAS ACCIONES Y LAS LEYES QUE LO RIGEN

          Dicen que "todo lo que hacemos, se ha de regresar multiplicado". Algunos le llaman 'karma', otros, 'justicia'. Y es que, es más que común escuchar todo aquello referente al karma como algo cotidiano. Esta palabra, idea o concepción vital proviene de las doctrinas del budismo, el hinduismo y el yainismoSegún estas religiones dhármicas, el karma (en sánscrito: कर्म) es una energía trascendente (invisible e inmensurable) que se genera a partir de los actos de las personas. También es conocido como 'un espíritu de justicia y/o equilibrio'.
Es, por así decirlo, una especie de 'ley cósmica' con causa y efecto. No obstante, hay algo que debe matizarse: no hay mal karma o un castigo como tal que busque hacernos daño, no hay una entidad superior que sancione por ciertas acciones. Todo responde a un proceso de aprendizaje interior.

La palabra 'karma' significa en realidad "acción" y somos nosotros mismos los únicos responsables mediante nuestras acciones, pensamientos y atribuciones, quienes tejemos nuestras propias consecuencias en esta vida y en las siguientes; puesto que dentro de esta corriente, se asume la idea de las reencarnaciones.
No existe plena veracidad acerca del concepto del karma y todo aquello que implica. Pero el tema hace pensar, reflexionar y también aporta conocimiento y enriquecimiento más allá de cada particular creencia.

EL KARMA Y LAS REENCARNACIONES


Para el budismo, la vida es como un gran libro lleno de capítulos, un bellísimo volumen lleno de múltiples vidas mediante las cuales, nuestra alma va avanzando y avanzando para conseguir conocimiento y para aprender e ir obteniendo sabiduría en cada reencarnación.
Sin embargo, este proceso no es nada fácil, puesto que las personas somos generalmente criaturas complejas llenas de apegos materiales, de egoísmos, de envidias… Comportamientos que nos aferran y que incluso, nos enferman. El karma es pues, todo aquello que nosotros hacemos, no hay una entidad superior que marque nuestros pasos o que nos sancione por las cosas mal hechas. Somos almas libres que aspiramos a encontrar la sabiduría y la paz interior, pero para ello, hemos de cuidar muy bien "lo que hacemos", "lo que pensamos" e inclusive lo "que decimos".

De ahí lo interesante de esta corriente que radica donde nosotros mismos seríamos responsables de nuestros propios actos. Ahí donde las palabras y los pensamientos tienen poder en nuestro día a día, porque las palabras también hacen daño, y porque los pensamientos son también esos guías interiores capaces de hacernos encontrar fuerzas, optimismo y motivación.
Una vida de egoísmos, una existencia en que nos hayamos hecho daño a nosotros mismos o a otros, deja heridas y cuentas pendientes en nuestra alma, vacíos que tendremos que aprender a curar en la siguiente reencarnación.

LAS 12 LEYES DEL KARMA


En efecto, el karma también tiene sus propios principios. Una filosofía particular que merece la pena conocer:
1. LA GRAN LEY O LA LEY DE CAUSA-EFECTO: Algo fácil de entender, "lo que se siembra es lo que se recogerá el día de mañana". El karma, es entonces, el propio juez. Cada quien es dueño de su destino.

2. LEY DE LA CREACIÓN: Cuando se es parte de este universo, por ende, se forma parte de un todo en unión con la propia Naturaleza y los ciclos que en ella se hallan.

3. LEY DE LA HUMILDAD: Deben aceptarse los errores, actuar con modestia, con humildad. Alguien no es más que nadie.

4. LEY DEL CRECIMIENTO: Nunca debe intentarse cambiar a los demás, cada quien debe tener un crecimiento interior y crear sus propios cambios para crecer y avanzar.

5. LEY DE RESPONSABILIDAD: Debe asumirse la responsabilidad de los actos en este presente, no enfocarse en los demás o en lo que rodea. Asimismo, deben aceptarse los errores y sostener la responsabilidad derivada de éstos.

6. LEY DE LA CONEXIÓN: Todos y todo, estamos interconectados. Cada cosa realizada tendrá una consecuencia, cada uno de nosotros somos una pieza indispensable; donde pasado, presente y futuro son la misma cosa.

7. LEY DEL ENFOQUE: No se puede pensar en dos cosas al mismo tiempo. Hay que centrarse en el presente, focalizar, observar con atención.

8. LEY DEL DAR Y DE LA HOSPITALIDAD: Debe ofrecerse respeto a los demás, abrirse, regalar, actuar con humildad y; a su vez, aprender también a recibir.

9. LEY DEL AQUÍ Y AHORA: Deben dejarse a un lado los malos pensamientos, las malas energías o lo ocurrido en el pasado. Evitar anclarse y pensar que la oportunidad por avanzar y por ser feliz, se tiene en este mismo instante 'en el aquí y ahora'. Este es el momento, el ahora.

10. LEY DEL CAMBIO: Toda historia está condenada a repetirse una y otra vez hasta que al final, se consiga resolver los vacíos, los errores. Pero hay que recordar que la oportunidad de cambio está en este presente, es la 'cerradura' propia para poder liberarse de todas esas cargas, de esas heridas del pasado.

11. LEY DE LA PACIENCIA Y LA RECOMPENSA: Todas las recompensas requieren de su respectivo esfuerzo. Ser paciente, persistente; ser humilde, pero debe haber esfuerzo en mejorar.

12. LEY DE LA IMPORTANCIA E INSPIRACIÓN: Debe invertirse en cada cosa, el valor que de verdad merezca. El valor de cada cosa es en realidad el resultado directo de la energía y de la intención que se haya aplicado en ella. Es importante además, no focalizarse sólo en las ganancias propias, en los egoísmos, porque entonces no se contribuye al todo. Y no puede olvidarse que cada persona forma parte del todo, y por tanto, se estaría haciendo daño a sí mismo más que a los demás.

         Así que en determinadas circunstancias si se trata del karma, casualidad o mala suerte -más allá de las creencias de cada persona-, lo cierto es que los protagonistas de algunas historias parecen haber recibido una reacción oportuna después de algún movimiento, justo o injusto, dentro del eterno círculo kármico como la interconexión entre las causas y los efectos que nos harán siempre responsables de las consecuencias de todo lo que hacemos: acciones físicas, actos, palabras, pensamientos.