jueves, 18 de julio de 2019

PERSONAS TÓXICAS. CONOCE SU PERFIL Y SUS CARACTERÍSTICAS ¡Y AVERIGUA SI ERES UNA DE ELLAS!

     Las personas somos seres sociales y gregarios, por naturaleza. Esta necesidad de interacción e intercambio no sólo se alza como una fuente maravillosa de bienestar, sino que también proporciona valiosos aprendizajes. Por ello, es importante que estemos muy atentos a nuestras relaciones interpersonales. De lo contrario, podemos quedar atrapados en las trampas que algunos perfiles indeseables elaboran a través de las más impensables y sofisticadas estrategias.            
         Asimismo un aspecto importante es que este tipo de dinámicas negativas apagan cualquier vitalidad, generan estrés y malestar psíquico. Nadie es inmune a ese comportamiento. Por ello, además de reconocer cuando se está verdaderamente ante un perfil de estas características, también es necesario saber cómo manejarlos, cómo tratarlos. 

      Entonces, el término 'comportamiento tóxico', es necesario aclararlo en primer lugar. Porque el ser humano no presenta toxicidad alguna, esta designación debe centrarse ante todo, en las conductas manifiestas de cada individuo; esas que por su efecto negativo, impactan de forma directa en los demás.

         Este tipo de personas, afectan la atmósfera de las empresas e incluso a la productividad. Crean relaciones de pareja muy desgastantes. Edifican vínculos con su entorno donde muchas familias pueden quedar distanciadas, donde grupos de amigos acaban rompiendo sus lazos por ese elemento disruptivo. Ese perfil tóxico que todo lo envenena con su comportamiento.
Lo complicado es cómo convivir con una persona tóxica que está en algún entorno cercano. Pero está la reflexión de que el hecho que son conocidas, nada justifica todo. Nada vale para detrimentar el propio bienestar emocional en nombre de otro.

      No es sencillo. Pero lo más importante del progreso personal, es tener determinación y tomar decisiones. En el fondo cada quien sabe quién aporta y quién resta; quién importa y quién ya no; quién es falso y quién es verdadero; quién utiliza y quién apoya. Por ello, debe existir el respeto suficiente para tener el valor de alejarse de todos aquéllos que impidan crecer, porque una de las peores cosas es mantenerse cerca de ese tipo de seres.

Son personas que no han madurado emocionalmente, gente profundamente insegura y egoísta que necesita estar cerca de alguien (su víctima) para entablar una relación absorbente que les permita descargar sus frustraciones. Así convierten a su víctima en una terapia barata particular, invadiendo sus límites y centradas en fijarse en sus defectos y en la parte negativa de las cosas para compensar sus carencias e inseguridades y así sentirse mejor consigo mismas, sin aportar casi nada positivo. Por eso las personas tóxicas acaban por molestar a menudo a su víctima, que termina experimentando emociones negativas y agotamiento, sintiendo que se consume su energía y alegría. Y cuando después de estar con alguien nos sentimos estresados, frustrados o sentimos alivio cuando nos quedamos solos, estamos ante una persona tóxica para nosotros.
      De vez en cuando hacen cosas por su víctima, pequeños favores que esconden un interés personal y que suelen cobrar en algún momento futuro exigiendo después reciprocidad. Son personas asfixiantes que presionan a su víctima para que haga cosas que no le apetece, sobrepasan continuamente sus límites para comprobar hasta dónde pueden llegar y esperan que esa persona esté siempre dispuesta a ayudarles en todo lo que necesiten. Casi nunca asumen su responsabilidad y culpan de todo a su víctima o a circunstancias externas. Desahogan su frustración, tristeza y pesimismo en la primera presa accesible que encuentran, sembrando dudas sobre sus aptitudes e incapaces de apreciar sus logros, emitiendo juicios con insistencia y desdeñando los sentimientos de su víctima sin escucharla ni ofrecerle apoyo emocional.
      Es conveniente, saber identificar a las personas tóxicas y advertir sus artimañas para poder desactivarlas antes de que logren su objetivo.

TIPOS Y PERFILES DE LA GENTE TÓXICA



ü  Los victimistas, que responsabilizan de todo lo que les ocurre a los demás, contagiando el sentimiento de culpa a través del chantaje emocional.
ü  Los que critican y descalifican cualquier actuación o idea que tenga su víctima, creando un sentimiento de inutilidad y debilitando su autoestima.
ü  Los agresivos verbalmente, intentando provocar todo el tiempo inseguridad en su víctima para hacerla débil, humillándola y faltándole al respeto.
ü  Los manipuladores, los que siempre están engañando en beneficio propio.
ü  Los cotillas, que propagan rumores negativos sobre personas ausentes (las personas que critican a otras que no están presentes no son fiables).
ü  El narcisista, el que se cree perfecto y no soporta que le lleven la contraria, el que siempre da lecciones sobre cómo se tienen que hacer las cosas y se cree con derecho a descalificar y menospreciar al que contradiga sus decisiones o creencias.
Una vez identificada la toxicidad del vínculo se recomienda cortarla de la mejor manera posible, hablando sobre lo que molesta de esa relación de forma abierta y asertiva, marcando límites. Y si no se puede por las buenas, no debe haber duda en alejarse de ese círculo de influencia sin dar ninguna explicación. Esta clase de personas sólo intoxican a quien pueden, no a quien quieren. Además se les puede desarmar negándoles el acceso a la privacidad, sin hacer caso de sus comportamientos, sin darles importancia, sin entrar en su juego.

Y después, ya que se alejó y para que no siga intoxicando directa o indirectamente, lo mejor es tomar conciencia que detrás de esas conductas suelen esconderse miedos, frustraciones o vivencias pasadas que han dificultado un desarrollo óptimo de la persona. Así llega el instante liberador. Entonces es más correcto hablar de relaciones tóxicas, porque ninguna persona es intrínsecamente tóxica, son las vivencias y la genética las que determinan la personalidad. Así es que toda persona puede cambiar sus actos de tóxicos a nutritivos si así lo decide, si hace consciente su comportamiento problemático con los demás y tiene la determinación de cambiar.

Jamás hay que huir de los problemas, pero sí hay un momento en la vida en el que hay que huir de los dramas, de las personas que los crean y magnifican y buscar personas que aporten frescura; que ayuden a crecer, que inspiren y sean una influencia positiva. Porque una buena parte de la calidad de nuestra vida, se basa en la calidad de las personas que nos rodean.

Debe huirse de aquéllos que quieren que se queden en su pozo y causen y contagien dolor; escoge a aquéllos que quieren subir contigo a la cima.

"En la vida no todo el mundo es reemplazable. Ten cuidado de no hacer daño; deja tu huella, no cicatrices".

CARACTERÍSTICAS



- Son egocéntricas.

El primero de los rasgos para detectar a las personas tóxicas, es que hablan continuamente y en exceso de sí mismas. Son el centro de toda atención, son ese agujero negro donde todo se dirige, ese epicentro que insiste en ser alimentado, atendido, tenido en cuenta y hasta venerado.

- Tienen una visión pesimista de las cosas.

El discurso de la persona tóxica está construido a través de quejas, críticas y pesimismos. Son los típicos que sacan el lado oscuro a todo lo que les propongas o les cuentes a través de sus críticas y quejas continuas. Asimismo, nada puede ser tan complicado como alcanzar un objetivo o realizar cualquier tarea junto a este tipo de perfil.

Son expertos en encontrar problemas a toda solución. A su lado, la motivación se extingue y no dudan en construir siempre una montaña de dificultades.

- Ocupan el rol de víctimas.

Si existe alguna persona en el entorno que siempre asume el rol de víctima para ser el centro de atención, resulta que esta estrategia les permite ser validadas y disponer a su antojo de todos los recursos y de todas las energías.

- Falta de empatía.

Para detectar a las personas tóxicas debe calibrarse el estado emocional. Porque es un hecho más que evidente que los perfiles con dicho comportamiento, sabotean autoestimas. Carecen de esa empatía primordial para ser conscientes del efecto que sus dinámicas tienen sobre los demás.

No sólo no son capaces de calzarse en los zapatos ajenos, sino que además, no tienen intención alguna de hacerlo. Ellos son ese punto de referencia único y absoluto por donde debe orbitar todo el universo.
- Son envidiosas.

Si se quiere detectar a las personas tóxicas, debe atenderse ese sentimiento que les destruye y carcome por dentro: la envidia. Desear lo que no se tiene y odiar a quien tiene aquéllo que se anhela, es una fuente de sufrimiento y de inmadurez absoluta. Es además el motivante de muchas conductas agresivas. Aparecen los desprecios y esos odios donde se halla camuflada esa sensación, la de la envidia que los devora.

- Son infelices.

Sin equivocación, las personas con comportamientos tóxicos no son felices. Quienes viven este tipo de actitudes y comportamientos, no entienden de inteligencia emocional. No se responsabilizan de sus actos ni de los efectos de los mismos. Se frustran con facilidad, no manejan la envidia, no saben canalizar su ira, no entienden sus tristezas. Carecen de esa solvencia emocional con la que poder invertir en bienestar y felicidad.

- No se alegran por los logros de los demás.

La persona con comportamientos tóxicos, no compartirá tus alegrías ni te dará aliento en épocas complicadas. Será esa mirada que se incomodará con tus éxitos y que vendrá raudo y veloz cuando fracases para intensificar aún más la herida. Así, y por curioso que resulte, no siempre se ve a la primera este tipo de conductas. A veces se dejan pasar. Otras incluso se van justificando.

Ahí donde habite un perfil de este tipo, no crece nada. Ahí donde se ejerzan este tipo de artimañas, nadie se sentirá feliz, nadie se sentirá bien ni podrá alcanzar meta alguna. El coste de este tipo de personas puede ser inmenso entre más pasa el tiempo. Por tanto al detectar a las personas tóxicas, podrá respirarse en equilibrio al saber de quien defenderse y con quien establecer saludables distancias.

¿ERES UNA PERSONA TÓXICA?


Si te has sentido identificado con alguno de los rasgos descritos, muy posiblemente lo seas. Pero si se es capaz de reconocerlo, es muy bueno. Ahora sólo falta querer modificar lo conducente y mejorar como persona. Y eso sólo puede hacerse con perseverancia.
Si quiere mejorarse la vida, un aspecto fundamental es comenzar por el entorno, y eso incluye todo aquéllo que vemos, escuchamos; lo que leemos, toda la información que nos llega de nuestro alrededor.

Debe alimentarse la mente y aceptar que la influencia de las personas que tenemos en la circunferencia, es un factor clave y fundamental.

Recuerda: Es difícil respirar en el agua cuando alguien está tirando de ti hacia abajo, y eso hacen las personas tóxicas. En vez de intentar salvarse, aunque sea sin querer, hunden a los demás si no se huye a tiempo.