domingo, 14 de julio de 2019

NARCISO (Y NARCISISMO). EL MITO GRIEGO DEL HERMOSO JOVEN QUE SE ENAMORÓ DE SU PROPIO REFLEJO

La mitología griega es un mar de historias, y muchas veces utilizamos palabras sin saber que detrás de ellas existen mitos o leyendas que nos explican su origen. Como ésta.

Se trata de un apólogo moral, en el que el orgulloso e insensible Narciso es castigado por los dioses por haber rechazado a sus pretendientes. Se cree que es una historia moralizante dirigida a los adolescentes griegos de la época. Se sitúa un joven de extraordinaria belleza, a quien llamaron Narciso que provocaba grandes pasiones a hombres y mujeres, mortales y dioses, a las cuales no corresponde por su incapacidad para amar y para reconocer al otro.
En la mitología griega, Narciso (en griego, Νάρκισσος) era un joven con una apariencia bella, hermosa y llamativa. Todos los hombres y mujeres quedaban enamorados de él, pero éste los rechazaba. Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta la había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le dijera. Por tanto, era incapaz de hablarle a Narciso por su amor. Pero un día, cuando él estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!». Después de responder, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que sólo quedó su voz.
Para castigar a Narciso por su engreimiento, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de separarse de su imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso.

DEL NARCISISMO


Con frecuencia, utilizamos la palabra 'narcisista' para referirnos a alguien que está enamorado de sí mismo o a una persona vanidosa que tiene su ego demasiado elevado.

Sigmund Freud, publicó su obra "Introducción al Narcisismo" e introdujo este concepto en el área de psicoanálisis en alusión a Narciso.
El narcisismo puede manifestarse en algunos trastornos de personalidad, en que el paciente sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación, que puede manifestarse en forma de egoísmo agudo y desconsideración hacia los sentimientos ajenos; contiene vanidad, y baja autoestima.

El narcisista suele exhibir una aparente autoestima formidable, y socialmente aparece como una persona muy segura, sabedora de lo que quiere y completamente resuelta. En realidad, con ello el narcisista está camuflando su carencia real de autoestima. En la infancia temprana de estos individuos se encuentra a menudo una actitud indiferente por parte de sus progenitores, lo cual les deja una inseguridad que tratan de compensar por medio de una autoevaluación exagerada, irreal e inflada.

La consecuencia es que los narcisistas necesitan mirarse continuamente en el espejo de los demás para saber quiénes son, y al descubrir una pésima imagen de ellos mismos, se ven en la necesidad de ocultarla y esconderla. Desarrollan entonces, en compensación, una imagen artificialmente sobrevalorada hasta lo patológico.
Las personas inteligentes y valiosas se convierten en una amenaza para la imagen artificial con la que el narcisista sustenta su autoestima, por lo que su comportamiento con ellos es manipular, y cuando la manipulación no surte efecto, es perseguidor.

Los sujetos narcisistas poseen una autoestima muy vulnerable, siendo por esto muy sensibles a la crítica, por su necesidad constante de admiración. En el ámbito social los narcisistas  necesitan a las personas como fuente de gratificación. Por ello suelen elegir profesiones que les proporcionen notoriedad social, reconocimiento o incluso fama.

Para los narcisistas el mundo debe obedecer a sus propios puntos de vista, los cuales considera irrebatibles, infalibles, auto-generados. Las cosas más obvias y corrientes, si se le ocurren a él, deben ser vistas con admiración y se emborracha en la expresión de las mismas. Tienen una inagotable sed de admiración y adulación. Vive más preocupado por su actuación, en cuanto al efecto teatral y reconocimiento externo de sus acciones, que en la eficacia real y utilidad de las mismas. Las personas narcisistas, aún cuando pueden poseer una aguda inteligencia, ésta se halla obnubilada por esa visión grandiosa de sí mismas y por su hambre de reconocimiento.
Cuando los narcisistas ejercen posiciones de poder, se rodean de personas, que por su propia condición, son inferiores a él o ella; y de otras, que le harán la corte sólo en función de un interés mezquino.

El narcisista es una persona que puede ser muy exitosa, en cuanto al brillo externo se refiere. Él no se plantea dudas en cuanto a la realidad de sus ideas, sean estas brillantes o no. Aún las más insulsas ideas son expresadas con un espíritu mesiánico, se enamoran de las ideas de otros y las hacen propias sin la más mínima consideración moral ni ética. Así son ellos.
Ésta es la historia de Narciso, el hombre que se idolatraba a sí mismo y que dio origen al narcisismo. ¿Cuántos 'narcisos' habrán en el mundo?