Se ha comprobado que una
pareja exitosa se basa en una buena comunicación, respeto, comprensión y
complicidad. Sin embargo, no puede faltar la pasión, la chispa, el erotismo y
el sexo. Aspectos todos que deben observarse y retroalimentarse por igual para mantener una relación
alejada de la rutina, el aburrimiento y la monotonía.
Y la experiencia ha indicado que debe cuidarse la relación
de pareja; procurar el vínculo de amor y
ternura, pero también la pasión. Porque es evidente que el fuego se va
apagando, así que debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para
avivarlo.
Es
normal que con el paso del tiempo ya no se tenga la urgencia de devorarle a besos
como al principio del enamoramiento, como también es normal que la frecuencia
de las relaciones sexuales vaya disminuyendo a consecuencia de la rutina y del
cansancio diario. Pero una carta de amor incitante y ardiente, podría ser una buena idea para
encender esa energía pasional.
A
veces nos encanta escribir cartas acerca del amor, pero también nos interesa ese amor
más carnal; esa actividad compartida más íntima que ocurre entre las sábanas o
donde surja, porque tampoco conviene restringir la pasión al dormitorio. Así un
día inesperado podemos proponernos enviarle a nuestra pareja una carta de amor
erótica, para ir calentando la jornada hasta que salten centellas formando ese
fuego que toda relación necesita.
A una carta picante puede darse el formato que más se
desee, porque no es la clásica carta de amor romántica. Tu pareja ya sabe que
le amas, ahora lo que tiene que saber es que también le deseas, entonces puedes
escribirle una carta de amor erótica en un e-mail, por whatsApp o de cualquier
forma que se te ocurra. El caso es que el mensaje le llegue alto y claro y
subir la temperatura de la habitación, enviándosela cuando esté trabajando o en
otro sitio para que no pueda dejar de pensar en la hora de llegar a casa.
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Hola:
Muero de ganas y ansias de
verte, amor. De besarte. De tocarte. Estoy deseando que llegues a casa esta
noche y volver a comerte sin descanso, porque hoy tengo hambre de ti, como
nunca. Tengo ganas de ti y aprovecho estas líneas para que sepas lo que te
espera hoy. Así que apresúrate, no te entretengas por el camino, porque estoy
ardiendo de deseo.
No veo el momento de
quitarte la ropa, con desesperación, nada más llegar. De meterte en la ducha y
compartir el agua caliente corriendo por nuestros cuerpos, de ver cómo las dos
pieles tan distintas se van uniendo; pegándose la una a la otra, fundiéndose
finalmente en una sola. No veo el momento de que llegues una vez más.
Porque pienso en cómo va a
recorrerte mi boca, buscando los mil recovecos de tu cuerpo, subiendo la temperatura hasta que estés a punto de estallar. Y volver una y otra vez a
sentirte muy dentro, tan adentro que no podamos separarnos y no nos quede más
remedio que llegar al final, juntos, muy juntos.
Y no sé si voy a poder
contener este huracán de deseo, pero quiero reservarlo para ti
y solamente para ti, mi amor. Quiero que explotemos juntos otra vez, después
subir y bajar intensamente hasta que todos nuestros músculos digan basta y todo
este torrente de pasión se desborde en nosotros.