martes, 23 de julio de 2019

SOÑAR: EL ACERCAMIENTO AL INCONSCIENTE DISFRAZADO Y SU INTERPRETACIÓN ONÍRICA

         Los sueños abarcan la totalidad de la vida mental de la persona. Desde la antigüedad, los sueños han sido considerados una forma de contacto con la divinidad y la mejor forma de vaticinar eventos futuros. Éstos nos traen cada noche universos insólitos, personajes misteriosos, visiones infernales -o angelicales- o episodios maravillosos que no podríamos vivir despiertos.
Soñar, es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, amigos, tiempos buenos y malos residen allí; son parte de la mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica. Se sabe que los sueños son únicos. Ninguna persona puede tener los antecedentes, las emociones o las experiencias de otra. Cada sueño se conecta con su propia 'realidad'. Por lo tanto, al interpretarlos, es importante ponerlos en el contexto de las propias experiencias y vida personal de quien sueña.

Un sueño unifica al cuerpo, mente y espíritu. Provee conocimientos sobre nosotros mismos y medios para la exploración de la particular individualidad. Comprender los sueños, es conocerse y entenderse un poco mejor y pueden llegarse a mejorar aspectos de la personalidad. Así que debe aprovecharse esta oportunidad que brinda el subconsciente y después investigar los sueños.
Los sueños parecen ser una manera por la cual el subconsciente considera, clasifica y procesa todos los problemas que se encuentran en la vida despierta. Y los sueños han sido objeto de estudio a través de los siglos y forman una parte importante del psicoanálisis moderno.

En 1900, Sigmund Freud publicó "La interpretación de los sueños", obra que formalizaría la teoría y el método psicoanalítico. Para este autor, el sueño es la mejor manera que tiene una persona de acercarse a su inconsciente y; por lo tanto, a sus deseos más profundos, mismos que tienden a mostrarse disfrazados en tanto que uno mismo los considera peligrosos. Han pasado más de 100 años desde la publicación de esta obra parteaguas para la concepción de la mente humana, a través de la cual el psicoanálisis se ha enriquecido junto con diversas experiencias clínicas y marcos teóricos que complementan las propuestas freudianas.
Algunas personas piensan que todo lo que se ha dicho sobre la mente y el psicoanálisis, relacionado con la interpretación de los sueños, son tonterías de una pseudo-ciencia. Es un error. El trabajo de famosos psicoanalistas como Freud y Jung ha ayudado a miles de personas normales y sanas, por no mencionar los muchos casos de perturbaciones mentales graves. Sus hallazgos pueden ser aplicados de una forma sencilla a la propia experiencia de cada uno, en la búsqueda del equilibrio.
Los sueños se constituyen de pensamientos del soñador. Por tanto, es muy difícil -si no imposible-, interpretarlos cuando no se conoce a quien sueña. Y para reconocer el significado, es necesario conocer los antecedentes de la persona. Por esta misma razón, la mejor interpretación la puede dar el mismo soñante. Lo demás, es sólo una guía para desarrollar esta labor.

SUEÑOS LÚCIDOS O CONSCIENTES


Los sueños conscientes, ocurren cuando el soñante se da cuenta que sueña en medio de su sueño. La mayoría de los soñantes se despiertan una vez que se dan cuenta que sólo están soñando. Otros soñantes han desarrollado la habilidad de permanecer en el estado consciente de soñar. Pueden incluso llegar a ser participantes activos en su sueño, tomar decisiones en sus sueños e influir en el resultado de su sueño sin despertar.
         Las leyes de la física y las de la sociedad, se derogan en los sueños. Los límites sólo son los de la imaginación.

Cuando no se está lúcido en un sueño, se piensa y se comporta como si se estuviera despierto en realidad.

PESADILLAS


Las pesadillas, son sueños perturbadores que hacen que el soñante al despertar se sienta ansioso y asustado. Las pesadillas pueden ser respuestas a situaciones y traumas reales. Éstas pueden también ocurrir porque hemos ignorado o rehusado a aceptar una situación particular de la vida. Las pesadillas son un indicio de temores que deben ser reconocidos y confrontados. Es una manera en que nuestro subconsciente da un aviso.
Las pesadillas son una subcategoría de los sueños. La diferencia estriba en su contenido emocional o atemorizador. A causa de su propia naturaleza, se tiende a recordar las pesadillas y sus detalles vívidos. Las pesadillas tienen un impacto más grande sobre la mente al despertar.

Una de las razones de ocurrencia de las pesadillas, puede ser que nuestro subconsciente quiere lograr nuestra atención, sobre una situación o problema que se ha evitado. Indican que es tiempo de enfrentar, cual sea el caso. Las pesadillas tienen un propósito importante en mostrar lo que inquieta a la persona desde dentro de ella a niveles más profundos. Discutir, analizar y comprender las pesadillas puede conducir a la solución de algún problema, conflicto interno o dificultad personal.

CAUSAS DE LAS PESADILLAS


- La niñez y la familia. Las pesadillas actuales, pueden estar arraigadas en traumas y negligencias sufridos desde la niñez. Desde la carencia de amor, negligencia, alcoholismo, hasta el abuso severo. Los miembros de la familia, en algunos casos, pueden ser la influencia más destructiva sobre la vida de una persona. Las pesadillas pueden ser una señal de tal agitación interior.
- La vida. La manera como la vida de la persona se desarrolla y la sociedad en su conjunto, puede contribuir a las pesadillas. La percepción que se tenga del mundo, guerras, desastres naturales, crímenes y la incapacidad individual de controlar tales sucesos puede conducir a pesadillas.

- Las relaciones. Las relaciones íntimas y las interacciones diarias con los demás, pueden también ser una fuente de las pesadillas. Una persona puede estar paranoica acerca de la impresión que causa en los demás. El aislamiento y la infelicidad pueden aparecer en pesadillas como abandono y soledad.

- La tensión. La manera en que se maneja la tensión, puede provocar pesadillas. Las pesadillas son una respuesta normal a niveles inaceptables de temor y tensión. La gente frecuentemente tiene pesadillas sobre su acontecimiento traumático, como una guerra, una muerte, accidentes, terrorismo; etc.
- El trabajo. La mayoría de personas pasa la mayor parte del día trabajando, por lo que hechos conexos con el trabajo son una fuente común de pesadillas. El estrés, la seguridad en el trabajo (o la carencia de ella), los compañeros de trabajo, problemas no resueltos, o el descontento general con lo que se hace pueden manifestarse en una pesadilla.

En general, tensión, traumas, temores, inseguridades, sentimientos de insuficiencia, problemas de salud, asuntos maritales; etc., todo ello pueden ser las razones para tener pesadillas.

Tener pesadillas frecuentemente, puede ser una señal de estar abrumado y con tensión baja. Las pesadillas pueden ser un recurso importante también para el descubrimiento emocional. Sin embargo, merece la pena tener un sentido de esos sueños más oscuros.

SUEÑOS RECURRENTES


Los sueños recurrentes se repiten con poca variación en la historia o tema. Estos sueños pueden ser positivos, pero frecuentemente la mayoría de ellos son pesadillas. Los sueños pueden recurrir, porque un conflicto plasmado en el sueño permanece no resuelto e ignorado. Una vez que se ha encontrado una solución al problema, los sueños recurrentes pueden cesar.
La mayoría de los sueños, contienen mensajes que sirven para enseñarnos algo sobre nosotros mismos. En los sueños recurrentes, el mensaje puede ser tan importante y/o poderoso. La repetición constante de tales sueños fuerza a prestar atención y enfrentar el sueño, ya que éste trata desesperadamente de contar algo.

Los sueños recurrentes son muy comunes y son provocados, frecuentemente, por alguna situación específica de nuestras vidas o un problema que regresa una y otra vez. Estos sueños pueden recurrir a diario, una vez a la semana, o una vez por mes; pero cualquiera que sea la frecuencia, hay poca variación en el contenido del sueño en sí mismo. Usualmente apuntan a alguna debilidad personal, temor, o incapacidad de arreglar algo en nuestras vidas, actuales o pasadas.
Por supuesto, hay también sueños agradables recurrentes. Algunos dicen entrar en un mundo diferente, otros atribuyen esto a recuerdos de viejos sueños que crean uno nuevo.

Ocurre contínuamente que una vez que se descubre lo que el sueño recurrente trata de decir, estos sueños cambian o desaparecen por completo.

SUEÑOS PROFÉTICOS


Los sueños proféticos, conocidos también como sueños premonitorios, son los sueños que aparentemente pronostican el futuro. Una teoría racional para explicar este fenómeno es que nuestra mente es capaz de organizar en el subconsciente, información, observaciones y datos que normalmente se descuidan o que no se consideran seriamente. En otras palabras, nuestra mente inconsciente sabe qué viene antes que nosotros conscientemente organicemos la misma información.
No hay vaticinio de mayor peso que el anunciado por un sueño. El despertar de cualquier persona -ya sea crédula total o escéptica irremediable- quedará marcado por imágenes de gloria, muerte, felicidad o desesperanza si algún suceso onírico así lo determinó. Sí es cierto que cada sueño hay que interpretarlo de acuerdo con el soñador -como sostenía Jung-, donde se estableció que una imagen onírica premonitoria tiene puntos comunes al desentrañar su significado. Al menos en un altísimo porcentaje de los casos.

A diferencia de los sueños comunes, hay elementos determinados que tienen en los sueños premonitorios un significado concreto en más del 97% de los casos. Cuando alguien duerme, recibe estímulos del cuerpo y del exterior. La suma de unos y otros, induce a un estado de sensibilidad onírica que favorece la aparición inconsciente de sucesos extrasensoriales. El conocimiento cierto de un hecho futuro (precognición) intervendría entonces y, a la mañana siguiente o en días sucesivos, lo soñado efectivamente ocurriría.

SUEÑOS DE SALUD


Los sueños de salud, sirven como mensajes para el soñante con respecto a su salud. Los sueños de esta naturaleza pueden decirle al soñante que necesita ir al dentista o médico.
Asclepio, considerado por los griegos -a partir del siglo V a. C.- como el dios de la Medicina, tuvo sus templos en todo el mundo antiguo. Primero en Grecia y Asia Menor, más tarde en Roma y en sus posesiones. En éstos, los pacientes eran tratados por incubatio o "ensueño sanador"; esto es, se les hacía pasar una noche en la casa del dios para que, durante el sueño, éste apareciera frente al enfermo y le comunicara una prescripción.

Entonces, la riqueza de los sueños radica en que se encuentran íntimamente ligados a la individualidad de la persona. Por lo tanto, a pesar de la creencia popular, no existe un manual de interpretación de sueños y no es posible otorgarle un sentido al mismo sin conocer la situación emocional de cada persona en algún determinado momento de su vida.