Desde los albores de la
civilización, la existencia de un Dios ha sido uno de los mayores enigmas a los
que se ha enfrentado el ser humano. Resolver esa incógnita de conocer si
realmente estamos regidos por una entidad superior o un ser supremo diferente
de cualquier otro ser. El saber si existe un Dios que posee toda posible
perfección, incluyendo cualidades tales como la omnisciencia, la omnipotencia y
la omnibenevolencia; y que es providente con su creación, o se trata sólo de un
mito para aliviar la angustia de una existencia plagada de incertidumbres.
La existencia de Dios es un argumento que plantea
cuestiones filosóficas fundamentales en relación con la ontología e implica un
debate entre diferentes ideas, cuya expresión habitualmente no se limita al
mundo de la racionalidad, sino que se extiende al de las creencias.
La controversia en torno a este tema ha sido objeto de
argumentos a favor y en contra propuestos por filósofos, teólogos y otros
pensadores. Los argumentos a favor de la existencia de Dios suelen incluir
cuestiones metafísicas, empíricas, antropológicas y gnoseológicas. Las
alegaciones en contra, suelen incluir cuestiones empíricas y razonamientos
deductivos o inductivos. Sin embargo, no existe una definición universalmente
aceptada de Dios. Algunas definiciones sobre Dios no son tan específicas como
para permitir llegar a probar que exista una realidad que se ajuste a tales
definiciones, y por lo tanto existen diferentes líneas de debate.
De
hecho, los avances científicos parecen ir minando poco a poco nuestra capacidad
de creer. El teísmo y el ateísmo son las posturas teóricas favorables y
contrarias a la existencia de Dios, respectivamente. Por su parte, el
agnosticismo niega la posibilidad de conocer la existencia de Dios. Diversas
encuestas realizadas han detectado que quienes se reconocen como ateos, han
aumentado el porcentaje de la posición contracorriente.
¿SE PUEDE DEMOSTRAR LA EXISTENCIA DE DIOS?
Los
filósofos y los teólogos, distinguen dos formas de conocer a Dios:
a) Doctrinas
procedentes de la revelación general, es decir, exclusivamente de la razón,
obteniendo conclusiones basadas en observaciones relativamente obvias del mundo
y de uno mismo.
b) Doctrinas
procedentes de la revelación especial, que surgen fundamentalmente de la fe en
la revelación inspirada por Dios; incluyendo la vida de Cristo, pero que no
pueden ser probadas ni previstas solo por la razón.
Asimismo,
se ha realizado un compendio de los principales argumentos con que filósofos de
todos los tiempos han intentado probar o desmentir la existencia de Dios,
mediante la reflexión racional.
A favor: LAS 5 VÍAS DE TOMÁS DE AQUINO
(1224 – 1274)
Uno
de los grandes méritos de Santo Tomás de Aquino, es que fue uno de los primeros
pensadores en tratar de convencer a los no creyentes sobre la existencia de
Dios, utilizando argumentos racionales. Para él, la existencia de ciertos
elementos innegables en la naturaleza es también demostración de que la
existencia de Dios es innegable.
Su
teoría más conocida se refiere a las “5 vías”, es decir, 5 situaciones
observables en las que si se retrocede a sus orígenes, se descubrirá a Dios.
Estas son:
1)
El movimiento de todos los objetos en el universo. ¿Quién originó su
desplazamiento?
2) La necesidad de que todo efecto está
provocado por una causa anterior, donde la causa primordial es Dios.
3)
Si las cosas existen, es porque algo las hizo existir en un principio.
4)
Los diversos grados de perfección o bondad en las cosas, sólo pueden percibirse
en contraste a un nivel máximo de perfección y bondad que es Dios.
5)
El comportamiento de las cosas y animales sin conciencia, es gobernado por
Dios.
Aunque
algunos de estos planteamientos pueden parecer anticuados, el último dio origen
a la teoría actual del diseño inteligente; donde los creyentes ven en Dios al
planificador de los seres vivos, contrario a la teoría de la evolución de
Darwin.
A favor: EL ARGUMENTO ONTOLÓGICO DE ANSELMO DE CANTERBURY
(1033 – 1109)
San
Anselmo, fue un monje benedictino que recurrió a la extensión de un silogismo
para deducir la existencia de Dios. El punto es el siguiente: si Dios es
concebido como un ser supremo y es posible que las cosas que existen en la
mente, también existan en la realidad; entonces podemos inferir que al no haber
nada mayor que Dios, no puede existir sólo en la mente del hombre, sino que
debe ser real.
En
otras palabras, como un Dios que sólo existe en la mente no es un Dios, la única
alternativa es que sea real.
Pero,
incluso hasta sus contemporáneos le refutaron. Fue un propio monje,
Gaunilo de Marmoutiers, quien contra-argumentó con un ejemplo: piensa en la isla
más perfecta que puedas imaginar. Como probablemente esa isla no sea real,
significa entonces que no imaginamos una isla lo suficientemente perfecta, o
dentro de sus atributos tendría precisamente… el de existir.
En contra: EL ACERTIJO DE EPICURO
(314 – 271 antes de Cristo)
Se
ha escuchado una vez y otra, el argumento de que Dios es un ser justo y
bondadoso. Entonces, después viene la duda de porqué hay personas buenas a las
que les suceden cosas malas.
Aunque
en su tiempo ni siquiera existía el cristianismo, el filósofo griego Epicuro
planteó un acertijo que persiste hasta nuestros días. Si Dios existe pero
también existe el mal, entonces sólo caben dos opciones: o Dios no puede
combatir el mal y por tanto no es omnipotente (ni un Dios), o bien Dios permite
el mal y; es por consiguiente, malvado (y tampoco un Dios).
Los
críticos de Epicuro -sin embargo- argumentan que el mal es parte del plan divino
de Dios, como una prueba para que los hombres demuestren sus virtudes.
A favor: EL RELOJ DE WILLIAM PALEY
(1743
– 1805)
Imagina
que vas caminando por la playa y te encuentras con un hermoso e intrincado
reloj. ¿Podría alguien pensar que su creación fue obra de la casualidad o de la
erosión de las olas? Su existencia es evidencia de que un relojero fue el autor
del mecanismo, aunque no podamos verlo.
El
filósofo británico William Paley se valió de esta analogía para argumentar en
favor de la existencia de Dios, como el "relojero" creador del universo. No obstante, su pensamiento tuvo que enfrentar fuertes críticas: un reloj es algo
conocido, sabemos que está hecho por un relojero; sin embargo, no tenemos mayor
experiencia en torno a los universos ni a qué o quién los crea.
Más
aún, en la naturaleza existen toda serie de cosas que crecen y se modifican sin
necesidad de que alguien las haya construido, como explica la teoría de la
evolución de Darwin.
A favor: LA APUESTA DE PASCAL
(1623-
1662)
Práctico
como las bases de la computación que ayudó a fundar, el matemático francés
Blaise Pascal, no se molestaba en tratar de probar si Dios existía. Simplemente
argumentaba que creer en él, era mucho más conveniente.
Examina
las 4 probabilidades: si Dios existe y crees en él, tendrás la recompensa
eterna. Si Dios existe y no crees en él, sufrirás el castigo eterno. En tanto,
si Dios no existe y crees en él, a lo sumo vivirás una vida religiosamente correcta.
Y si Dios no existe ni crees en él, no pasará nada.
Como
puede observarse, salir bien librado de 3 de estos escenarios requiere creer en
Dios; conviene más creer en él. Ahora que Dios -sobre todo el cristiano- esté
feliz de recibir a creyentes por conveniencia, eso es otro tema.
En contra: DAVID HUME NO CREE EN LOS MILAGROS
(1711-
1776)
Los
milagros son parte fundamental de la ideología cristiana. De hecho, el propio
Jesús habría sido autor de varios de ellos. Pero, ¿existen en realidad?
Según
el filósofo escocés David Hume, todo se basa en probabilidades. ¿Existe algún
ejemplo de un milagro genuino y totalmente confirmado? Hasta el momento, no. ¿Han existido fraudes o engaños en torno a supuestos milagros? Muchos.
Bajo
estos principios, la interpretación más probable ante un supuesto milagro es
que existe una explicación racional cuya naturaleza aún no hemos descubierto,
antes de pensar que las leyes naturales han sido suspendidas por una acción
metafísica.
Y
tú… ¿crees en Dios?