Solemos
pensar que una sonrisa es, en general, una señal de felicidad; sin embargo, hay
personas que son capaces de sonreír, vivir momentos alegres y aún así tener
sentimientos suicidas. Son los afectados por lo que popularmente se
conoce como "depresión sonriente", aunque en el término clínico preciso, se denomina "depresión atípica". Y es difícil identificar
quien puede estar padeciendo la enfermedad, precisamente porque saben
enmascarar su estado de ánimo real, tras falsas muestras de felicidad.
Es más
peligrosa que los otros tipos, porque incluso, a veces ni los afectados saben
que están deprimidos; pero hay algunos síntomas clave que ayudan a identificar
la enfermedad, porque cuantas personas parecen felices pero luchan con
pensamientos depresivos en el día a día. Se suele creer que las personas con
depresión, son incapaces de tener una vida como cualquiera o que pasan la vida
en la cama y que no pueden funcionar en el trabajo. La realidad es que ninguna
de estas dos ideas es correcta. De hecho, muchas más personas de las que
pensamos se escudan detrás de la sonrisa para esconder sus síntomas depresivos.
No
todos experimentan la depresión de la misma forma. En algunos casos, es prácticamente
imposible identificarlos si sólo se analiza la forma en la que viven. Es
sorprenderte descubrir que hay quienes sonríen, son altamente funcionales,
bromistas y tienen una vida social de lo más agradable. Pero, detrás de esas
sonrisas, ocultan sentimientos de tristeza. Cuando llegan a casa, pueden llegar
a experimentar un tremendo vacío interior. Una sensación de desamparo que sólo
comprende aquél que ha pasado por ello.
Muchos
psicólogos coinciden en que los casos de depresión más sobresalientes, son aquéllos
de la llamada 'depresión sonriente'; que no sería relevante, si nunca se ha
escuchado este término. Una forma de definirlo, es como "la apariencia de
felicidad hacia los demás, cuando se viven los síntomas de la depresión de
forma interna".
Quienes
viven con ella, han aprendido a ocultar sus emociones y demostrar sólo lo que se
espera de él o ella. Es muy común que no quieran aceptar su depresión o que no
quieran tener que enfrentar sus síntomas, porque temen que los demás los
consideren débiles o raros.
La
parte más importante de la 'depresión sonriente', es la tristeza. La sonrisa es
un mecanismo de defensa contra el exterior, en un intento de ocultar los
verdaderos sentimientos.
Puede
estarse experimentando una profunda tristeza por una relación fallida, una
profesión complicada, la falta de un propósito en la vida o la soledad no
deseada. Y la tristeza también puede manifestarse como una constante, cuando se tiene el sentir de que 'algo no está bien'.
Existe
una alerta sobre la dificultad de identificar quien padece este tipo de enfermedad. Entre las causas, se encuentra la perfecta sobreactuación de aquél
que sufre la depresión. Además, a veces son personas que no tienen ningún
motivo aparente para estar tristes: tienen un trabajo, una casa, amigos e
incluso pareja e hijos.
EL PELIGRO LATENTE DE UNA SONRISA ENCUBIERTA
La
dificultad de percibir que una persona que en apariencia se encuentra bien, en
realidad está deprimida, hace a este tipo de depresión más peligrosa que otras.
Pero hay otros factores que agravan esta tipología.
La
persona que vive con 'depresión sonriente' puede sentirse ansioso, enojado, con
miedos excesivos, cansado, irritable y sin esperanza. Puede que estos
sentimientos no aparezcan todos juntos. Incluso, es probable que durante largos
períodos no aparezca ningún síntoma de manera recurrente.
Es imaginarse
a la 'depresión sonriente', como una máscara. Quienes la sufren, no dan ninguna señal de su problema al mundo exterior. A menudo
mantienen un trabajo a tiempo completo, un hogar, hacen deporte y tienen una
vida social activa. Con su máscara todo parece perfecto. No obstante, pueden
sufrir ataques de pánico, baja autoestima, tristeza, insomnio y; en algunos
casos, pensamientos suicidas. Esto último, es la parte más preocupante.
Por lo general, quienes viven y aceptan que padecen
depresión severa pueden tener pensamientos suicidas, pero no la energía para
actuar. Sin embargo, aquéllos que sufren de 'depresión sonriente' tienen la
capacidad para planificar y lograrlo. Suele ser el caso típico de la persona
que se suicidó y sorprendió, porque nadie imaginaba que algo iba mal en su vida.
Esto es lo que hace que esta depresión sea el tipo más perjudicial y nocivo. Por un lado, el afectado tarda mucho más en buscar apoyo
al no reconocer la enfermedad. Por otro, las personas que tienden a padecerla
suelen tener personalidades con problemas para reconocer las emociones, así que
trabajar desde un punto psicológico con ellas es mucho más complicado.
Y lo peor, la capacidad de las personas con esta
depresión de continuar realizando también sus actividades cotidianas, puede ser
contraproducente: La fuerza que tienen para continuar con su vida diaria, puede
hacer que sean especialmente vulnerables para llevar a cabo planes de suicidio.
Esto contrasta con otras formas de depresión, en las cuales las personas pueden
tener ideas suicidas, pero no suficiente energía para actuar en base a sus
intenciones.
LAS CONSECUENCIAS NEGATIVAS
Aún con todo, éste
es uno de los problemas de salud mental más tratables. Ya sea a través de
consejo o psicoterapia, es posible salir adelante con éxito. Acudir a un profesional
de la psicología ayudará a salir de esta situación y proporcionará herramientas
para poder afrontar aquéllo que en ese momento supera.
En el
caso de quien vive con 'depresión sonriente', su primera reacción es la negación.
No es una falta de interés por su parte, sino que existen sentimientos
negativos enmascarados, como el miedo o la inseguridad. Quizá la persona que lo
sufre ni siquiera es consciente de que tiene este problema y la palabra 'depresión' le puede sonar exagerada.
Pero una vez reconocido el problema, además
de la terapia, es importante buscar el apoyo en amigos y familia. Buscar un
confidente puede ser el paso clave para analizar lo que se siente y lo que preocupa. Esta persona no sólo escuchará, también ayudará a ver las cosas con
otra perspectiva. Sin ser una carga. A veces se olvida que quienes nos
rodean, nos quieren. La mayoría está dispuesto a apoyar de la misma forma en
que quizá antes ha sido apoyado. Hablar de lo que se siente, es vital para lidiar con
pensamientos depresivos.
En definitiva, cuando
los pensamientos depresivos no son combatidos, suelen crecer y empeorar.
Para
tratar esta peculiar depresión, suele necesitarse medicación, terapia conversacional (psicoterapia),
y cambios en el estilo de vida; realizar ejercicio regularmente y practicar
meditación, porque eso, ha dado buenos resultados en la práctica clínica.