lunes, 24 de junio de 2019

ZARATUSTRA. ASÍ HABLÓ EL GRAN PROFETA

"Así habló Zaratustra. Una obra para todos y para nadie"; cuyo título original en alemán, es: "Also sprach Zarathustra. Ein Buch für Alle und Keinen". Es un libro escrito entre 1883 y 1885 por el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, considerado su obra maestra y él, uno de los mayores escritores en lengua alemana. Entre las restantes obras de Nietzsche y este denso volumen, hay una gran diferencia de tono. El espíritu del estilo es poético. Asimismo, muestra un elevado lirismo y una gran fantasía. En la obra, trata de ser absolutamente personal sin emplear la primera persona; una especie de "memoria". Esta obra literaria está considerada, también, como la "antítesis" de la Biblia; siendo Zaratustra, antagónico de Jesús.
A Friedrich Nietzsche se le conoce en primer lugar, como filósofo. Pero el filósofo fue también un gran escritor y un poeta. Dio a esta obra un subtítulo, como compañero de viaje. Dice así: "Un libro para todos y para nadie". "Para todos", es decir, sin duda no para todo el mundo en el sentido de para cualquiera. "Para todos" quiere decir: Para todo hombre, en tanto que hombre; para cada uno, siempre y en la medida en que su esencia deviene para sí mismo digno de ser pensado. "...y para nadie", esto quiere decir: para nadie de los curiosos que afluyen en masa de todas partes, que lo único que hacen es emborracharse con fragmentos aislados y con sentencias concretas de este libro y; que a ciegas, van dando tumbos, en vez de ponerse en camino hacia el pensar que está aquí buscando su palabra.
Este libro célebre y controvertido, se sirve de la figura semilegendaria del filósofo persa del siglo VI a.C., Zaratustra; para desarrollar mediante una trama de elementos narrativos, conceptuales y líricos, los grandes temas que integran su legado. Por tanto, el conjunto del libro narra los discursos que Zaratustra (Zoroastro) pronuncia entre los hombres, para anunciar su nueva doctrina.

El profeta legendario peregrina entre las páginas enmedio de extrañas prédicas, acompañado de dos animales simbólicos: el águila y la serpiente. Extraños también son los personajes que se presentan desde el principio y deambulan con sus mensajes. El pueblo en el que Zaratustra predica en el prólogo del libro y al que vuelve en varias ocasiones más, es llamado por Nietzsche 'la vaca multicolor'.
Zaratustra fue históricamente el ordenador primario de los valores del bien y del mal. Ahora ha de ser el 'transmutador de esos valores', en una nueva escala inédita en la historia de occidente. No será el hombre el ejecutante. Zaratustra es una figura simbólica de la nueva filosofía que el autor pretendía desarrollar.

CONTENIDO DE LA OBRA


La obra contiene las principales ideas de Nietzsche, expresadas de forma poética: está compuesta por una serie de relatos y discursos que ponen en el centro de atención algunos hechos y reflexiones de dicho profeta -llamado Zaratustra-, personaje inspirado en Zoroastro, fundador del mazdeísmo o zoroastrismo.
LA MUERTE DE DIOS. La primera parte de la crónica, es una exposición de las opiniones fundamentales que se personifican en la vivencia literaria del profeta. Así, hace su primera presentación e incluye el anatema a las corrientes morales (en las que se incluyen las religiosas) de su época.

En esta parte, Nietzsche habla de tres figuras fundamentales del espíritu: el camello (que soporta el dominio de la moral), el león (que crea una nueva moral, es libre) y el niño (que crea nuevos valores mediante el juego); asimismo, propone la necesidad de considerar las virtudes tradicionales como "adormideras", que impiden ver los valores verdaderos. Ya después, aunque el argumento principal es el del Übermensch, Nietzsche considera la muerte de Dios un requisito previo a su concepción.

"Muertos están todos los dioses, ahora queremos que viva el superhombre".

La noticia de la muerte de Dios es la primera enseñanza de Zaratustra, metafóricamente, el pilar sobre el que se sustenta la construcción del Übermensch.
La muerte de Dios, supone el momento en que el hombre ha alcanzado la madurez necesaria para prescindir de un dios que establezca las pautas y los límites a la naturaleza humana; o sea, la moral. Para Nietzsche la moral ha de ser sustituida por la verdad, es decir, el hombre al servicio de sí mismo, su naturaleza: entregado a la consumación de su propia existencia.

LA VOLUNTAD DE PODER. Junto con la tercera parte, éstas se centran tanto en las conductas del personaje, como en el matiz histriónico de la doctrina. Zaratustra se hace más un profeta de 'tablas nuevas' que un mero eremita que 'da regalos a los hombres'.
Esta parte, relata la segunda bajada de Zaratustra y Nietzsche ataca a quienes se oponen a la voluntad creadora de una moral libre. Pero esta segunda parte, termina también con un fracaso: Zaratustra regresa a su montaña, incomprendido por los hombres que no entienden cuanto dice y se ríen de él; el eremita tenía razón y Zaratustra se da cuenta.

El ETERNO RETORNO DE LO IDÉNTICO. Esta tercera parte, tiene una importancia especial. En ella Zaratustra plantea la doctrina del "eterno retorno". Nietzsche expone esta doctrina empleando gran cantidad de símbolos y discursos alegóricos de gran belleza lírica. Aparece la visión del "eterno retorno de las cosas", que aterroriza a Zaratustra por su radicalidad y es uno de los núcleos de su filosofía.

NECESIDAD DE LOS "SUPERHOMBRES". La cuarta y última parte presenta a un Zaratustra anciano y desanimado ante el fracaso de su tarea, pero que todavía tiene la fuerza suficiente para reivindicar la necesidad de aquéllos que denomina "hombres superiores". Éstos serán los únicos que podrán comprender su doctrina y vivir según la filosofía que Nietzsche representa: son los verdaderos "superhombres", que habrán anulado la mediocridad de la cultura occidental y constituirán una nueva clase de filósofos.
El hombre es algo que debe ser superado, porque es un 'ocaso' y un 'puente' que debe conducir al Übermensch. El Übermensch encarnará un nuevo tipo de hombre, ha de ser un hombre desgajado de toda forma de 'trasmundo', de todo paradisíaco más allá, de todo mundo celestial. Será fiel a la tierra, lo que quiere decir, a su destino y a la realidad. La mediocridad de la moral occidental, vigente desde el triunfo del cristianismo, entrar en su definitivo ocaso.

Dios deviene en una figura en extinción. Ya no sustentará falsos valores, escalas erróneas de valores. No uno, sino todos los dioses se extinguirán y esa ausencia permitirá al hombre obtener su plenitud. Sólo vivirá la vida, y la vida es siempre, cuando no es acallada por la mentira y por la falsa moral, 'voluntad de poder'. Voluntad de más vida, que ama los hechos tal como son y busca la superación.

La obra completa en un volumen único, tal cual la conocemos en la actualidad, no fue publicada sino hasta 1892.

TEMÁTICA


Como un recurso literario, Nietzsche emplea una imaginaria versión de Zaratustra, que no representa al personaje histórico pero le sirve como portavoz y símbolo de las ideas principales sobre las que se asienta toda su obra y que son exhaustivamente tratadas a lo largo de este libro.
Se presenta como el profeta supremo, superior en sabiduría y conocimiento al resto de los humanos. Nietzsche lo emplea como contraposición a la doctrina de la Iglesia Católica, a la que considera heredera de Sócrates en cuanto a la manera de entender la vida. Zaratustra fue escogido por el autor como ejemplo de la filosofía presocrática, para explicar su teoría del Übermensch ('superhombre' o 'suprahombre'); vitalista y naturalista, y para reivindicar la aceptación de los aspectos negativos y positivos de la vida. En definitiva, para proponer una actitud de aceptación de la vida en su plenitud y negación del más allá, que en su opinión era la causa de la debilidad humana.

Zaratustra es un ermitaño que vive recluido en la montaña, donde a lo largo de su retiro reflexiona sobre la vida y la naturaleza del hombre. Una vez que siente que es el momento adecuado, decide regresar al mundo para comunicarle el fruto de su conocimiento. Esto queda patente al principio del prólogo, con la frase:

"Estoy hastiado de mi sabiduría como la abeja que ha recogido demasiada miel, tengo necesidad de manos que se extiendan".
En cierto modo, y como recursiva referencia a la Biblia y la tradición cristiana presente a lo largo de toda la obra, Zaratustra es un mesías que lleva al hombre la noticia de su salvación; y al igual que Juan el Bautista anunció la llegada de Jesús, Zaratustra proclama el advenimiento del Übermensch.

Es evidente desde el principio que Nietzsche se proyecta a sí mismo sobre la figura del profeta Zaratustra. Siente la necesidad de transmitir su conocimiento al mundo, para lo cual escribe un libro. De modo similar, en su afán comunicador, Zaratustra desciende de la montaña y se mezcla con el pueblo.

IDEA PRINCIPAL


Nietzsche, pretendía transmitir con esta obra un mensaje positivo. A lo largo de sus páginas, queda expuesta su propia filosofía positiva. La idea eje de la obra, es el "superhombre"; Nietzsche afirmaba, que "el hombre es algo que debe ser superado, es un puente, no un fin".
Refiriéndose a "Así habló Zaratustra", Nietzsche afirma:

"... nacido de la riqueza más íntima de la verdad, un pozo inagotable al que ningún cubo desciende sin subir lleno de oro y de bondad". De entre todos los escritos de Nietzsche, es sin duda "Así habló Zaratustra" el que el autor tiene en más alta estima. Con él cree haber superado toda la literatura preexistente:

"Entre mis escritos, ocupa mi Zaratustra un lugar aparte. Con él he hecho a la humanidad el regalo más grande que hasta ahora ésta ha recibido. Este libro [...] no es sólo el libro más elevado que existe, [...] es también el libro más profundo, nacido de la riqueza más íntima de la verdad [...]".​